Joyas de alambre y piedras tejidas a ganchillo: esta vez la prehnita es la protagonista

Para aquellos de ustedes que leen mis publicaciones regularmente, este no es un tema nuevo... pero aparentemente sigue ocupándome.
"Piedra o no piedra". Visité hace un par de semanas una tienda especializada en piedras en Tel Aviv. La visita fue tan intensa que me costó respirar. La tienda era espaciosa y bien iluminada, así que no creo que fuera cuestión de aire ni de espacio.

Me cuesta decirlo con claridad, pero creo que fue la energía de las piedras. ¿Es real? Me pregunto.
Como no tenía una agenda fija de lo que iba a comprar, me dejé llevar por la abrumadora variedad de colores y elegí los que más me llamaban. Me sentí como una niña en una tienda de dulces; solo quería tenerlos todos.

Le pedí al vendedor que indicara en cada cuerda de qué piedra se trataba para no dejar de reconocer las que no conocía, y había bastantes.
Cuando llegué a casa los colgué junto a mi mesa de trabajo para poder verlos cuando decida usarlos.
Una de las piedras que eran nuevas para mí era Prehnita, ni siquiera sabía cómo se deletreaba hasta hace unos segundos, creo que lo que me llamaba de esta piedra es que parece un bosque en miniatura que literalmente puedes llevar contigo.

Por lo que he leído, la prehnita mejora el conocimiento interior, mostrando el camino hacia el crecimiento espiritual; se supone que conecta la voluntad y el corazón. Se recomienda usarla para fortalecer la intuición y reconocer verdades.

Bueno, incluso si no trae todas estas cosas, ¿no es una belleza?

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